martes, 27 de noviembre de 2018

LV - Cuervo Ingenuo

Aun siendo de seda, el retal de los íntimos presentes,
que de vez en cuando miente, al llegar la lluvia a abril.
Si por una puerta abrir, cayese Constantinopla
entre mil pitos y flautas, me quedé ya con la copla
Cosas veredes
y entre todas mis mil pautas, epistolé yo esto aquí.

Alboreciendo como arcángel, cargadito de ideales,
por los aun mas principales, se me puede recordar.
Amadis de Gaula al lado, un piltrafa, un pringado,
pues hasta molinos gigantes, puedo yo quijotear.

Y esto que, no es por fardar, no me fui mucho p'al huerto.
Pero mas de algún entuerto, tuve a bien solucionar.

Por aquí ya a más edad, va aflorando la viveza
y mas que a supervivencia, pues se me pone a soñar.
Arañar el gusto esquivo, voy buscándote el ombligo
y pues ¿qué encuentro al final? ¡Na de ná!

La lección aprovechando, voy sembrando mientras tanto
semillas que de a futuro, tendré yo de buen carburo;
que burro es quien fuera duro, p'al de enfrente y el de al lado.
Y dadivoso el Dzhugashvili mientras está presupuestado.
Así, considerado un gili, acabo siendo traspasado.
Mezcolanza de vivencias

Mal negocio dicen muchos, comentan pensando en mi,
truncar mi suerte en hipoteca, hipoteticas rabietas
hiperbólicas promesas, dejar la miel dá por jazmín .
Y entre toros y plazuelas, traspapelo el peluquin.

Piden Judas las cervezas, desde entonces por aquí,
piensan "justo" a bajas voces, cotillas al aplaudir.

De aquellos polvos, ¡oh tesoros! bien se fueron a enlodar,
los recuerdos que hoy valoro, no los puedo ya igualar,
y según lo rememoro, fuese el oro, bien o mal.
Si algo yo ahora repitiese, no sería sentimental.

Aunque cierto fuera Alonso promesa y caballero andante
e por simiente el lejano nominal de algún futuro infante.
El diablo de rascar, tanto llevó el cántaro a la fuente,
que hasta de sus astas se asustó, y tras excusa extravagante,
quien con fierro mató al final en ello encontró la muerte.

Pero no de igual suerte, pude a eso yo cantar,
Y tendrás muchos...
bien igual que el pájaro no ausente, vapeando yo su frente,
pudiese las primaveras retornar, me creía yo en la droga,
correr saltando desde la pata coja, al suicidio marital.

Y no había más inerte, aparte de algún apéndice coital,
que ningún latido tras palabra, que pudiese allí explicar.

Ya era cuervo desplumado, y pretendo ser metaforal,
metástasis era el vicio, ¡y el tabaco voy a dejar!
pues lo dejé, y me costó menos ya lo ves, divergencial.
Qué difícil follar solo, y quererse lo fue aún mas.

Los años fueron pasando, y me pinte como en un cuadro,
que se fue a poco destrozando, como el de Dorian Gray.
Entre alcohol y mil espantos, regocijos unos cuantos,
acabé hasta preguntando si al final hacerme gay,
"Donde arden ascuas, fuego hay" me echaron al final encanto.

Mi calma espanto en fugaz vista, sin arreglo a tu sonrisa
vertical es ya mi dicha, como inesperado el bis-a-bis.
Y hasta  veo colores que en un plis, pues se limpian y a otra cosa
amanece junto al mar la mariposa, y vuela pronto ya de aquí.
Recaidas cueniformes

Queriendo ser entonces cuervo artero, me encontré
que casi pierdo el pelo, por falta de saber hacer.

Y de hacerme ilusiones, golondrinas a la espera
como hacen ya en verano, las hormigas, la calor.
A llenarme ya de mierda del portón a la escalera.
a ponerme en el tejado, sus niditos del amor.

En castigo pro osadía, y sin pedir ningún perdón
sin pudor ¿pa qué? el Estigia regará ya algún cantor
que si suena o no la flauta, mojará de algún simplón
la virgen pagará la oferta siempre del mejor postor.
Dejando al fin sin alpiste a algún viejo cantautor.








Raiben


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