jueves, 8 de noviembre de 2018

LIII - Con un etarra en la cuneta

Viva el mal, viva el capital
Cada vez mas oscura, es la noche de mis inviernos
Cada vez mas negro, el eco de los siete infiernos
Cada vez mas supura, la podedumbre desde dentro
Las agujas no suturan, de esta dictadura enmiendo.

De tantos muertos madre, se alimentan los cimientos,
de la horca, madre. Que de a poco aprieta el cuello
y para ello me prepara, desde la tele hasta el colegio
de corregir por entero, la rebeldia del semillero.

Que se iban pa la mani, cantaban a coro
sin decoro pero sin pausa, donde calle abarrotaran
los pesados gurús y califas que ayer gritaran
la verdad que hoy nos aplasta con su peso
Les miserables

Y al calor del griterío, el mundo callaba entero,
por temor a la gran llama, del valor, paraba el tiempo.
Fuenteovejuna, como la rima, en la bruma de nuestro deseo
indefinidas reticencias, sin permiso ni escarceo.




Callaba y moría el dragon, el monstruo, el frio...





¿Qué nos queda ahora madre, de la herencia de nuestros ancestros?
¿Adonde nos lleva este embudo, cada noche mas siniestro?



 Porque;

O tempora! O mores!
Una sombra se levanta, de debajo de la alfombra.
En el reflejo del espejo, la veo tejer la telaraña
De la esquina mas borrosa, ya se mueve sin sustento
El gigante que ayer muriera, se levanta hoy de nuevo.

Mi pluma se encasquilla, y mis palabras ya no salen
los camaradas de la barra, yacen ya en los barrizales
cautivos y desarmados, por volvernos ignorantes.
uno a uno separados, en disputas mas banales.

Ahora el viejo calla y grita el niño,
ardiendo con la rabia que nunca tuve,
tu ves, quemaron hasta la enciclopedia
según les decia un tutorial del youtube.

Y sin rumbo va (aparente)
Y a lo mejor ya no vuelvo.
esta historia y vagamente,
se retuerce mi memoria
en el estante, donde guarlo
trayectoria ya predicha
cuya dicha inevitable
nos maldijo repetirla
y sin solucion hallable
ni soluble la desdicha
halla aqui la muerte un hombre
primero dice y luego espicha:


"Cada vez mas papistas,
cada vez mas ciegos,
mide bien tus palabras,
o caerás del odio preso.

Cada vez mas fascistas.
Cada vez mas borregos
Hasta que llamen a nuestra puerta.
Hasta que encuentren nuestros huesos."








Raiben

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