sábado, 30 de septiembre de 2017

XLIII - Quejío etílico.

Ay corazón corazón,
donde te has metido pequeño cabrón.
Ay corazón, de promesa sempiterno
¿Donde te dejaste, dime, el seso?

Tu sonrisa, antes enorme y bienvenida
ahora barrunta nueva sombra y es rehuida.
¿Qué le hizo a usted el tiempo, corazón?

El lago de tu alma donde los pájaros bebían
tornase ciénaga de odio donde antes bondad había.
Las uvas de la ira, para el que las quiera
¿Qué te han hecho en esta vida, corazón?

Ay corazón, te traiciona tu razón,
y cada paso es certero,  en causar dolor ajeno
¿Acaso produce esto una infección?

Ay, me duele, corazón corazón
La vivencia te ha impregnado de ponzoña
de buitres ahora es grande carroña
lo que antes fuera loa de inocencia y honor

Ay ay con razón me quejo buen señor,
que el tiempo loco a mi me diga
lo que ha de clavarseme esta espina
o si puedo alejarmela yo.

Que de nunca he sido buen guerrero
si eres paladín de la inquina
conocer los males yo no quiero
selo tu sola ¡Por Dios!






Raiben

miércoles, 27 de septiembre de 2017

XLII - Tiempos de Invierno

El lento pasar del tiempo                     
mata de amor, ira y de lujuria.                 
Ni el onanismo ya me sacia                     
ni un piropo, vicio alguno ni argucia                     
Sino el tiempo en sí;
motor mismo de mi angustia.                     

Oblicuotransversamente obvio
Y es que temo yo (entre tantas cosas)                     
cuando ya no deban de existir tales momentos                     
Y si los haya, no guarden la misma sonrisa,
que escondida ahora tras la pantalla                     
evoco de otros días ya pasados.                     

Entre besos, y aun cuando ni esos                     
por no conocernos acaso existan,
que por perdernos ya no vistan
la felicidad que antaño - ahora- contemplan.                   

En resumen el tiempo, motor inerte
que el piolet en mi frente sentencia ata
tenga esta vida por excusa, memento mori                   

Porque ellos sepan, Selena desiderata;
Inclita Troia, delenda est amori                 

Que pronto llegará, el día de mi suerte.








Raiben
(No estaba muerto, estaba de parranda)