lunes, 28 de octubre de 2019

LXIV - Serranas

De golondrina y lagartija es tu escudo,
de buscar la sombra y el silbido
de sabores en memorias escondidos,
en terraza o a la solana estampado

De verde, la hierba de tus suelos y olivares,
de la vida y sus pesares
de musica y condumio
de la falta de pecunio
y de libros que no bares.

Blanco es la cal de tus paredes.
De los ajos y algodones,
La leyenda del tiempo
de esas pocas nubes visitantes
y de las sonrisas que se esconden
en lo profundo de tus noches.

Y a la noche puentea la guitarra
y suena  en la vega el rio.
El vivo se sube en la parra
y cá mochuelo marcha a su olivo.

En sueños se me presenta,
y los sentidos atormenta
en mil delirios de impaciencia
y de grandeza sin paciencia
¡y que fastidio la tormenta!

Y sin pedirlo te despierta
un sudor frio, ya no piensas.
 "Otra vez te pillo lejos.
Otra vez la misma sala
Otra  vez la misma puerta".






Raiben

jueves, 24 de octubre de 2019

LXIII - oɾәdsә |ә әpsәp әɾɐsuәW

Viejos juegos de caza y pesca
a traves de manos encalladas.

De calor y frio letras entrelazadas
en un misterio digno de Carl Sagan.

Eterno calabobos en el pecho,
se distancia entre dos puntos y mojada,
tartamudea, lejana patria por secreto,
¯\_(ツ)_/¯
a palabras; Érebo inverso oculto,
razonado glifo que engaña a la turista.

Menos lluvia al avispero,
a dioptrias que, de autolamento camino
saber la via, o hacerla, ya es otra cosa.

Carece pues de iniciativa este converso
escribe pistas escondidas, y a pesar
recelo, natural del zorro esquivo que,
cabecea una vez mas al caminar,
a evitar el daño repetido.

Union del Estigia por frontera,
nada queda ya vestido sino,
anatema noche en herejía.

Soledad espacial de un cometa
omertá obligada ante el yerro
lacerando esencias del recuerdo
a melodias clavadas en el techo.

No olvida el poeta, encadenado,
oscuros vicios, idiota treta,
celebra a su dios este conciso
hace de él un acróstico no asceta
esperando su descubrimiento enterrado.






Raiben

jueves, 17 de octubre de 2019

LXII - Cadiz artificial de congelador

Incluso bajo la lluvia,
el papel mojado puede contener
algo de su antigua poesía.

Como el ascua de los viejos fuegos,
que sin apagar enterramos
bajo unas trémulas cenizas.
Sea lo que fuere

Para volver a arder con sus letras el mundo.
Reconstruir Babel con pies de arcilla
Volver a ser un gran incendio,
o poseer tal vez el estigma de la cerilla.

Y mientras, en el bolsillo una colilla
En las cavernas, hidromiel
y las eternas sativicas compañias.
Te harán tropezar mas de una vez.

Levante frio para el explorador trasnochado
resaca de lenguas y metales ahora grasientos.
Arroyos secos que atras quedan en este otoño lejano
Palabras que al final, se las llevará el viento.

Y las gaviotas ríen (vaya si lo hacen)
20 años o más, de apuestas y viajes
harán guasa al mar, de sus costumbres
y lo conocerán al fin nativos, extraños y guajes.

esto es una historia provisional.
Palabras, palabras y palabras
huecas de voz en tu mano alumbras
faltas de calor por ella aullas
necesidad que de sabor y olor no encuentras.

Y en San Martín el francés pagará el vino,
el divino copón de la hostia puta,
en la vejez reirá el último supongo,
el diablo aunque sera más por su experiencia.

Paciencia, que es la unica ciencia,
desde progenitores ancianos heredada
la brújula de mi estancia ahora anodina,
estropeado engranaje que de a diario falla

Y bajo el ahora desconocido y soterrado
viejo calor resguardado de estas ascuas,
esconderá pues en cenizas de palabras
la incertidumbre de letras sobre papel mojado.






Raiben