La vida, como un carrusel que gira y gira
guia el pensamiento del poeta empedernido
solitario de la vida y sin un duro llora
y el pobre no encuentra asilo.
Se pierde en vericuetos y caminos
de alcohol, cogollo y verdes pinos
bebe para olvidar y lo encuentra consigo
a la misma materialización de su martirio
aquel que en medio del delirio
se presenta como amigo.
Saltimbanquis y gañanes
saltan en uno y otro lado
¡Tomese otra, corre de nuestra cuenta! |
con cartas, animo y barro
¡Animate! te dicen
¡No estes triste y cansado!
Pero su aliento huele a sarro.
Su camino entonces distorsionan
con jugarretas y desvaríos
lo pierden en lo profundo del bosque
le hacen cruzar ríos.
¡LA VIDA DA VUELTAS, COMO UN TIO VIVO!
Ve unos ojos que lo guian
a través de la espesura,
no son lupa lente o faro
simplemente hermosura.
El los sigue que te sigue
esperando encontrar algo
quizas la salida o el tesoro
pero aquello que persigue
y en mitad de aquel camino
aquello que lo guía de repente
se cierra y abandona a su miedo
y lo encierran en su mente
¡LA VIDA GIRA Y GIRA, Y DE REPETIRSE... NO TERMINA!
El poeta se encuentra ahora,
igual que al principio
sin aquello que lo guia
sin un duro y desatino.
Se pierde en caminos ilusorios
de colores y bengalas
y lo que tenga que aparecer
pues cuando le de la gana.
Saltimbanquis y gañanes,
le rodean cual amigo
le intentan perder con vehemencia
no saben que ya está perdido.
Raiben
Raiben