martes, 20 de marzo de 2018

XLIX - Poemas felinos para orejas perrunas

En la falta de espiritu guerrero,
siempre denotó la carencia afectiva,
condenando por dicha unilateralidad
la pasividad digna de planta sativa.

Abandonados los kurdos, como herramienta,
Añadan sentido que yo no se lo encuentro.
como juguete usado por a quien ya no divierta,
entretenimiento fugaz con el que rellenar
la mera agenda de yermas horas muertas.

Y es que en resumen así ha sido;
un juego de palabras y gestos nimios,
"dispara tu por mi que yo te sigo"
para ver partir el barco desde el puerto.

En la dicha o el olvido, cada uno a sus encuentros,
su propio asidero donde ahora, anuncio en huelga
declarando la nulidad, sobreviviendo entre tanto
el lento pasar y la ausencia de cuerpo (quien la tenga)

Nuestras sonrisas quedarán huerfanas de testigo,
y tal vez ahora, por vivirlas genuinas y libres,
sean mas sinceras con uno mismo o los demás
de las que vivimos compartiendo aquellos meses.

Divertimento si, mea culpa reconozco
reincidente adverso, nefasto andante
carnalidad que late, Frankenstein resucitado
para rematarlo cuantas veces se levante.

Y ahora Pulitzer habla para acallar su mente,
el Maine ya se hunde en las costas de Santiago,
mientras recuerdo en mi cubata, dias aciagos,
y los muertos de Cuba callan lo doliente.







Raiben

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