domingo, 7 de enero de 2018

XLVIII - El necio

Algún dia ahondaré en el misterio del holograma
la tristeza en diferido que en oscuridad desgrana
millar cristalino de cuchillas que en mi carne carga
la eterna duda del dolor sin cura y sin apenas calma.

Manchó hace ya mi derrumbado honor prostituido
Stulti est in errore manere
mostró la poca cabalidad del monstruo disfrazado
haciendo el tiempo la justicia que por ciegos
no fuimos capaz de encontrar sin haber caido.

Caminos muy distintos se escogieron,
unos caminan bajo el peso de su tiempo,
otros se derrumban ya marchitos,
por su mal acierto en este juego.

Y la eterna pregunta, sobre el final de la historia.
Una venda en los ojos para cegar la memoria
del castigo pasado, y la traiciones sordas
que hicieron incapaz ausencia acusatoria.

¿Por lejania, de la inquisicion escapa la inocencia?
Escapa allende el mar, del grito a la consciencia
con las manos ensangrentadas tal vez huye
pero el aroma y huellas no escabulle.

Pues si no es esta necesidad que fluye
de un tiempo en que la mezcla se repose
cuando todo lo conocido se destruye
cuando al mirarme a los ojos, no me conoce









Raiben


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