LXVI - Para dentro de un siglo

Sobre la tierra bailan los pies descalzos
de sangre y mierda, vidas y sueños rotos.
Huérfanos de historia, por tu senda caminaron
y al quedar al fin libres, los espíritus danzaron.

No se puede agarrar, el aire con las manos.

En la tierra perdidos, huesos de nuestros muertos

unos ya polvo, otros para siempre frescos,
calderilla en vida de tus oscuros deseos.
Cantan seguiriyas, en su eterno silencio.

No, no se puede agarrar el aire con las manos.

Por la tierra esparcidos, en centurias sin destino,
en tu ajedrez avaricioso de jugadores mezquinos,
malayerba en tu palacio, siempre piedra en tu camino,

su vida para ti no habrá jamás de tener sentido.

Y bailaré sobre tu tumba...

La prisión donde nos pongas, no servirá al pedido.

A la tierra iremos, una y mil veces.
victimario de tu ira y nuestro conformismo.
Mas de inútil acto rebrotaremos entonces,

pues nosotros, pobres en el aire, simples como la vida

Siempre encontraremos el camino.

Cuando igual caigas saldremos a buscarte.

Y sobre tu tumba bailaremos, los muertos con los vivos.

Raiben